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Mi gata flamenca

A veces mi gata se sienta frente a la ventana como hipnotizada y hace un ruido muy raro, como si llevara castañuelas entre los dientes. ¿Le pasa algo malo?
 

Es un gesto que pocos dueños llegan a observar, pero que "una vez visto, jamás se olvida". El gato en cuestión, está sentado en el alféizar de la ventana como absorto en sus pensamientos. Seguidamente comienzan a castañearle los dientes en una suerte de "staccato metálico". El gato no está loco ni enfermo (y tampoco es flamenco), lo más probable es que haya visto un pajarillo y el instito se haya apoderado de él.

Se trata de lo que se conoce como "actividad vacía" en la que el gato reproduce la acción de matar a una presa como si esta estuviese ya atrapada en sus fauces.

 

Una observación atenta de la forma en que el gato mata muestra un movimiento peculiar de las mandíbulas que le permite la muerte casi instantánea de la presa, la cual le permite al gato reducir en lo posible el riesgo de lastimarse con el afilado pico de un ave o los poderosos dientes de un roedor.

 

Tras el salto inicial, en que la presa queda sujeta por las fuertes garras delanteras del cazador, el gato baja sus largos dientes caninos, apuntando a la nuca y, con un rápido movimiento de la mandíbula, inserta los caninos en el pescuezo, deslizándolos entre las vértebras para cortar la espina dorsal. Este mordisco mortal paraliza inmediatamente a la presa.

 

Una derivación de este movimiento especial es lo que hace el gato al castañear con los dientes, mientras observa a través de la ventana la tentadora visión del jugoso pajarillo que revolotea fuera.

 


Gastospedia. Observando a los gatos, pp. 91-93.

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